domingo, 10 de enero de 2010
viernes, 4 de diciembre de 2009
ELIJO
Elijo que sea flor
protagonista de primaveras
ni papel ni mesa
ni dolor en los aserraderos.
Elijo que sea caballito
en la ilusión infantil
que sea espejo del paraíso
en su flor añil.
Elijo ver el cielo pegadito al suelo.
Marilen Zweifel*
DE ESTRELLAS A GIRASOLES
Y ahora qué haré con las estrellas
que de tanto mirar el cielo
se enredaron en mis pestañas
bajando por el tobogán de la noche.
Tengo los dedos tiesos y doloridos
de tanto contarlas en el ábaco solar
por decenas, centenas, por millar
y en acto solemne una a una nombrarlas.
Hoguera cósmica de vértigos cromáticos.
Las auras estelares confabulan,
tan pronto son azules como rojas o naranjas,
malabares de luces, difusos espirales.
Si soplan los vientos marinos
temblarán de frío, se ahogarán en bruma,
sufrirán el mal del rocío
se desamarán como la espuma.
Tal vez la brisa sienta piedad
de las estrellas en mis pupilas anochecidas
prodigándose en abrazos sobre las llanuras
en besos y serenatas de luminarias perdidas.
Ojalá multipliquen los vientos sus motores
exhalando destellos en los campos
encendiendo de amarillo los girasoles
para cura de mis ojosy júbilo de los agricultores.
Marilen Zweifel*
FLORECIERON LOS JACARANDÁES
Florecieron los jacarandáes en Buenos Aires
parieron al fin sus flores ténues de tisú.
El suelo emergió sus dedos de barro
de humus y negra espesura
para acariciar ese don del cielo
llovido en las plazas y veredas,
en brazos, piernas y caderas.
Debe ser el alma de Natura
debe ser la Madre Tierra
perdonando los desmanes del humano
comulgando flores azulinas o tal vez lilas
para felicidad de los hombres
para alivio de sus melancolías
y poner luz en la senda perdida.
Danza ritual del color, camino etérea
para no matar tanto candor, obtener mi perdón,
mitigar las noches de cólera
y ver la sonrisa de la gente
pintada en cada flor.
Marilen Zweifel*
parieron al fin sus flores ténues de tisú.
El suelo emergió sus dedos de barro
de humus y negra espesura
para acariciar ese don del cielo
llovido en las plazas y veredas,
en brazos, piernas y caderas.
Debe ser el alma de Natura
debe ser la Madre Tierra
perdonando los desmanes del humano
comulgando flores azulinas o tal vez lilas
para felicidad de los hombres
para alivio de sus melancolías
y poner luz en la senda perdida.
Danza ritual del color, camino etérea
para no matar tanto candor, obtener mi perdón,
mitigar las noches de cólera
y ver la sonrisa de la gente
pintada en cada flor.
Marilen Zweifel*
NECESITO VER A LAS PALOMAS
Colecciono besos y abrazos
y tengo palomas en el regazo
me ofrecen olivos, libertades
y sus hilos fraternales.
Soy luz de luciérnaga , titiloso
y sendero exudando
verdes clorofilas vitales
soy agua de manantial virginal,
pero las palomas se han ido igual.
Ni el recuerdo cirular y espiralado
de sus pajizos nidos como sandías,
ni el cucurrucucú de su cortejo
nupcial, ni el coito exhibido
en el árbol vencido han concretado.
Abandonaron parques y plazas,
los campanarios, el jardín de mi casa.
Divorcio de nido y árbolde ave y sol estacional,
los nidos huelen a ausencia
duelo de ramitas, vacía su oquedad.
No me gusta el exilio
de palomas
no me gusta el exilio
de la paz.
Pendo de un hilo
necesito sus picos
con olivos y a Picasso
y sus óleos otra vez
necesito el blanco
de su pincel
en una paloma albade paz
de paz
solo de paz.
No quiero el exilio
de vida otra vez.
Necesito que vuelvan
palomas grises, pardas,
albasa retornar mi cordura
que se aniquila si no las vé.
Marilen zweifel* No al exilio,no al desarraigo,no a la perdida de amigos,no a la pérdida de la tierra amada*
MERODÉAME
Merodéame en las lunas
de mis nalgas.
Merodea, merodea,
rodéame... Me rodea.
Merodéame en las ventanas
de mis ojos.
Merodea, merodea,
rodéame... Me rodea.
Merodéame en el sacramento
de mis labios.
Merodea, merodea,
rodéame... Me rodea.
Merodéame en la cascada
de mi melena.
merodea, merodea,
rodéame... Me rodea.
Merodéame por el tallo
de mis piernas.
Merodea, merodea
rodéame...Me rodea.
Merodea merodeador
por mis ramas
por mi fruto
por mi flor.
Merodé ame
rodé ame
de hiedra
rodé ame.
Marilen zweifel*
LUCES EN EL CIELO
Atardecer, hora del ocaso
un cielo en llamas
rubor adolescente.
La luna pinta en el cerro
su carota blanca.
Brisa, expiración de las ánimas.
El quebracho exuda vahos
de pavura, eriza sus ramas.
Hora de vaciar la cabeza
de las neurosis cotidianas.
Energía liberada al cosmos
vibración sensorial, beatitud
mantras de adoración.
Se abren las puertas de Erk
y las luces ofrecen su ilusión.
Hipnosis, trance, sugestión.
Todo absolutamente todo
vibra en mí.
Perdí los ojos en el cielo
ahora tengo estrellas.
Mañana cuando despierte
qué haré con ellas?
Marilen Zweifel*
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